Orquesta Ciudad de Granada y Joven Academia. Magnífico presente. Futuro ilusionante y prometedor.
(Viernes 5 de octubre de 2018)
Romeo y Julieta, jóvenes en la Academia.
Auditorio Manuel de Falla
Viernes 5 octubre de 2018
Sábado 6 octubre de 2018
20:30 horas
Orquesta Ciudad de Granada. Joven academia instrumental de la Orquesta Ciudad de Granada.
Director: Pablo Heras-Casado
Este fin de semana hemos disfrutado de una doble cita con la música clásica en Granada. Los protagonistas del evento: la Orquesta Ciudad de Granada y la Joven Academia de Intérpretes de la OCG, bajo la dirección del granadino Pablo Heras-Casado. Los conciertos, realizados en el Auditorio Manuel de Falla en la noche del viernes y del sábado, giraban en torno la figura del compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski.
La orquesta estaba compuesta a partes iguales por los músicos de la Orquesta Ciudad de Granada y por los jóvenes que forman parte de la Joven Academia de instrumentistas de la OCG. Dicha academia surge de la colaboración entre la OCG y la Real Academia de Bellas Artes de Granada, por la necesidad de estimular aun más a nuestros jóvenes en el estudio de la música, motivándoles a formar parte, durante varios encuentros, de nuestra orquesta. Todos ellos bajo la dirección de Pablo Heras-Casado, director nacido y formado inicialmente en Granada, de fama mundial, y actual director del Festival Internacional de música y danza de Granada.
Sale la orquesta a escena con una atronadora ovación de un auditorio prácticamente lleno. Un instante después hace su aparición, su director, Pablo Heras-Casado y tras un tierno y cálido recibimiento se hace el silencio en la sala. Clarinetes y fagotes lo rompen con los primeros acordes de Romeo y Julieta TH 42ªde Chaikovsky (1869). Poco a poco nos vamos impregnado de estas bellas armonías y sonidos del siglo XIX, los cuales iban incrementando la tensión y el volumen sonoro con ayuda de la percusión y la cuerda, hasta la entrada del viento metal y con el consiguientes primer climax de la obra.
Tras este primer momento de culmen, conducido con gran destreza por Pablo, comenzamos a escuchar el motivo principal de la obertura en manos de las cuerdas más graves. Motivo melódico que poco a poco iremos viendo como pasa por el resto de familias de instrumentos. El resto de la obertura irá girando y moviéndose alrededor de dicho tema, pasando por las diversas familias de instrumentos, y modulándose en diversas ocasiones.
Fueron veinte minutos llenos de emoción, donde era fácil cerrar los ojos y volverse a enamorar mientras escuchábamos los sones de la orquesta.
Tras esta gran interpretación y una vez finalizada la pausa pertinente para que los músicos y el director tomasen un poco de aire, dio paso la segunda parte del concierto. Para la cual, la orquesta nos tenían preparada la 4ª sinfonía Op. 36 (1878) del mismo compositor, que constaba de cuatro movimientos.
El primero de ellos, Andante sostenuto-Moderato con anima- Moderato assai, quasi andante-Allegro vivo. Movimiento donde pudimos descubrir, tras una introducción llevada a cabo por el viento metal (y que iremos escuchando a lo largo del desarrollo de este movimiento), un primer tema en forma de vals, otro segundo tema más triste expuesto por el clarinete (Carlos Gil, solista de la OCG) y un tercer tema que irán conduciéndolo la cuerda y el viento madera.
El segundo movimiento se trata de un Andantino in modo di canzone escrito en forma Lied. El oboe de Jose Antonio Masmano introduce este movimiento. Motivo que ira moviéndose por el resto de la orquesta.
El tercer movimiento (Scherzo. Pizzicato ostinato-Allegro) no pasó desapercibido entre el público gracias al pizzicato ostinato, recurso interpretativo de los instrumentos de cuerda. No es muy frecuente que un movimiento casi en su totalidad este realizado de esta forma.
Finalmente, la sinfonía terminó con un cuarto movimiento Allegro con fuoco,movimiento que nos devuelve a alegría, que se había perdido en los movimientos anteriores utilizando motivos melódicos que habían sido protagonista en el primer movimiento, para con ello cerrar el círculo musical de esta obra. Personalmente, este cuarto movimiento me lleva a imaginarme aquellas películas de mediados de siglo XX. Melodías alegres, ágiles, con pasajes que rozan el virtuosismo en la cuerda, y que buscan sacar la máxima brillantez de los metales. Eso si, escrito setenta años antes.
La orquesta rozó la perfección en muchos momentos, y todo fue entre otras cosas gracias Pablo, que demostró por que es considerado uno de los directores con más proyección mundial. Supo sacar el máximo de cada uno de los músicos con sus desnudas manos, haciendo que incluso uno mismo sintiera la necesidad de cantar enérgicamente estas bellas melodías, o apianar el susurro en aquellos momentos donde exigía esas ppp1, de una forma muy natural y espontanea. Simplemente fue un lujo para la ciudad de Granada contar estas dos noches con su maestría. Esperamos gozosos otra ocasión para verle al frente de la OCG.
(Pablo Heras-Casado y Manuel Vargas)
Más de una hora de concierto donde pudimos disfrutar del excelente nivel musical de nuestra orquesta, y de la gran calidad de los jóvenes que nos hacen soñar con un magnífico futuro para la formación granadina. Gozo que el público vio bien en premiar con varios minutos de aplausos y vítores. Seguro que muchos de los asistentes se fueron a sus casas más enamorados, si es posible más, de su querida orquesta gracias a estos dos grandes genios de la música:
Pablo Heras-Casado y P. I. Tchaikovsky.
1 matíz musical que indica que el interprete debe tocar muy suave.
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