14 SEPTIEMBRE CONCIERTO INAUGURAL OCG.
“Brillante comienzo de nuestra orquesta”
La noche prometía con solo ver el programa que se iba a interpretar. Una temperatura adecuada. Ni mucho calor ni mucho frío. El palacio de deportes prácticamente lleno. Familias con sus hijos, carros de bebés, adolescente que cambiaron la típica salida de un viernes noche por asistir a un concierto de música clásica. Y por supuesto, gente mayor apasionada y fan de su orquesta.
El concierto comienza, con gran puntualidad, con el Intermezzo de las Goyescas de Enrique Granados, quizás uno de los números más importantes de esta obra. Desde el primer momento pudimos observar la gran expresividad con la que nos iba a deleitar la orquesta, durante toda la noche, bajo la batuta de Ricardo Casero.
A continuación, dieron paso al bandoneón de Fabián Carbone Signorelli interpretando Aconcaguade Piazzola. No es lo más común, dentro del repertorio orquestal, la inclusión de este instrumento. De ahí la dificultad de empastar a la orquesta y el solista, pero en este caso se notó una conexión muy buena desde los primeros acordes, rica en armónicos que hizo que el palacio de deportes resonara como nunca.
Seguimos en Argentina con Danzas del Ballet Estancia de Alberto Ginastera, compuesto en 1941 y estrenado en 1952, que consta de un solo acto con cinco escenas, y que nos emocionó.
Y de Argentina a Brasil, con Heitor Villa-Lobos, compositor brasileño, que llevó el folclore de Brasil a su máxima expresión. De él pudimos escuchar Bachianas Brasileiras Nº 2 (Tocatas) obra donde se puso a relucir el gran poderío expresivo de la orquesta, sobre un fondo rítmico muy incisivo desarrollado por los instrumentos más graves de la orquesta y por la percusión, en la cual pudimos ver a miembros de la Orquesta Joven de Andalucía colaborando con la OCG (algunos de ellos naturales de Granada).
Trás este recorrido por el folclore argentino y brasileño volvemos a España, a la primera mitad del siglo XX: Manuel de Falla. Comienzan con la suite nº 1 de El sombrero de tres picos, obra de la cual se cumplirá el próximo año el centenario de su estreno (22 de julio de 1919). Pieza que no es nueva en el repertorio de nuestra orquesta, y que desarrollaron con gran maestría. Oboe, fagot, flauta, y timbales destacan notablemente, sin menospreciar al resto de la orquesta que estuvo excelente en su interpretación.
Trás esta primera suite, Ricardo Casero dio paso a Marina Heredia, y comenzó un final de ensueño: El amor brujo. Obra que Falla estrenó el 15 de marzo de 1915 en el Teatro Lara de Madrid. Elegancia en la orquesta, solistas que deslumbraron, y la voz de Marina Heredia hicieron que el concierto terminase en su punto más álgido y con una gran ovación del público. Estos aplausos fueron correspondidos con un bis, Granada de Agustín Lara, “himno” con el que se reconoce a la ciudad por todo el mundo.
La única nota negativa estuvo quizás en parte del público. Varios teléfonos sonaron al comiendo del concierto, otras personas hablando por teléfono como si estuviéramos en un bar, murmullo de fondo, por lo menos por donde estábamos sentados. Aspectos que por suerte no suelen ser habituales en el Auditorio Manuel de Falla, pero que tendríamos que cuidarlos fuera de él, si queremos ver estos grandes espectáculos.
Manuel Vargas Gardón
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